miércoles, 30 de abril de 2008

JULIO ES EL JEFE



"EL MEL" Y CHRIS DANGEROUS HACE 7 AÑOS JUGANDO CON EL PLAYSTATION


Cuando mi hermano y yo éramos unos moconetes gustabamos en demasia de visitar a mi abuela materna, la razon es simple, sencilla y tambien clasica para muchos de los Mexicanos de esta generacion y es que donde estaba la abuela estaban los primos, para ser mas exactos solamente un primo: “El Mel”, se llama Emmanuel igual que yo pero desde que era un chamaquito caguengue, flaquito y sorbe-mocos le pusieron ese apodo, vaya a saber usted porque.

El caso es que como todos los mocosos de la edad (entre 7 y 10 años) y de aquellos años disfrutabamos jugando a la guerra a base de proyectiles de tierra y lodo, pistolas de agua, batallas encarnizadas con globos, arpones caseros fabricados con un popote, un pasador para el cabello afilado y una liga, como olvidar el famoso “Gol Para” o la cascarita mañanera.

“El Mel” siempre fue un desmadre, el hijo mayor de mi Tio Miguel, bien peleonero, bien madreador pero cagado hasta decir basta y esto lo digo de la mejor manera posible, es una de las tres personas en esta vida que me hacen reir hasta deformar el rostro pero esa ya es otra historia, el caso es que por esos años las fiestas infantiles andaban al por mayor porque tengo chingos de primos y todo el año se festejaban los cumpleaños, las primeras comuniones y demas cosas a las cuales mi Mama nos llevaba bien peinados, bien vestidos y bien boleados.

En una fiesta de esas hace como 19 años nos llevaron a un barrio bajo, no importa cual ni como era pero recuerdo que salimos a la calle con un balon para echarnos el famoso “Gol Para”, nos acompañaba otro primo llamado Julio que es hijo de un Tio que fue un luchador chingon, salimos y cinco minutos después de iniciado el juego se aparecieron cuatro niños cabrones que parecian salidos de las Favelas del Brasil, me acuerdo que estaban culeros culeros y tenian todos la voz ronca y rasposa, nos propusieron un partido, de inmediato nos pusimos de maricones, nos miramos unos a otros y preferimos no responder, uno de los chamaquitos nos quito el balon y volvio a repetir su oferta mientras nos miraba con ojos puteadores, de inmediato mi hermano y yo volteamos a ver a “El Mel” para ver que chingados decidia pero el nomas se rio, miro a Julio y dijo:

-Julio es el Jefe, que el decida que pedo-

No mamar… el Julio ni hablaba (Y hasta la fecha sigue sin hacerlo), nomas sacaba los dientitos mordiendose la lengua mientras se rascaba el codo, el lider de los chiquillos se puso violento y nos dijo maricas, lamento decepcionar al lector que espere una respuesta de nuestra parte tipo:

¿Cómo me dijiste hijo?- o bien un empujon o el tipico cabeceo previo a la pelea muy al estilo de la primaria de aquellos tiempos hoy sabra Dios como se peleen los mocosos.

Todo lo contrario, yo nomas me hice pendejo, Chris Dangerous se fue metiendo poco a poco a la casa y “El Mel” nomas se reia mientras decia nerviosamente –Chale ji ji ji, chale- total que nos propusieron un trato, si ellos nos ganaban se llevaban el balon, si nosotros ganabamos nuestra recompensa seria la siguiente y cito:

-Miren, si nos ganan ustedes…. Ya se, les regalo este chiclito lleno de gargajos-

Acto seguido el muy cabron se saco el chicle de menta (porque era azul y los de mora todavía no se inventaban) lo moldeo a manera de ollita y remato con un gargajo verde y con cuerpo, eso fue la gota que derramo el vaso, nos metimos en chinga a la casa y no volvimos a salir en toda la tarde, cuando intentamos siquiera salir al patio a jugar nos dimos cuenta que los chiquillos aquellos estaban trepados en la barda buscandonos.

-Nos quieren madrear- decia “El Mel” y como el tenia experiencia en peleas y todo eso pues le creimos.

Quien lo diria, mi hermano y yo en el karate, “El Mel” acostumbrado al trompon, mi primo Julio heredero de una mascara y todos bien putos para jugar una cascarita con unos chamaquitos, ni hablar, a todos nos pasa algo similar en nuestras vidas.

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