lunes, 28 de abril de 2008

LA VENGANZA



UN SERVIDOR CUANDO AUN ERA CINTA VERDE EN UN TORNEO

Cuando era niño y cursaba la primaria una maldición cayo sobre mi, la gran mayoria de los chamacos de vecindad me querian madrear, afortunadamente siempre estuvo ahí mi amigo Adrian para partirles la madre primero justo como relate en el post anterior.

Dado esto mi Mama creyó que era buena idea inscribir a mi hermano Chris Dangerous y a un servidor a la escuela de Artes Marciales Tam-Cho Chak-Pori donde imperaba la doctrina de “golpea primero y pregunta después”, desgraciadamente el plan no fue tan exitoso como se esperaba porque en lugar de alejarme de los abusivos mi Mama me mando directito a los pies y los puños de un enloquecido hijo de puta que se enrabiaba siempre que me veia frente a el.

El hijito de la chingada se llamaba Marlon y cuando yo era un principiante sin cinta me madreaba bien y bonito por el simple gusto de hacerlo, gustaba de patearme la cabeza una y otra vez, de empujarme y derribarme a los primeros segundos del combate… yo contaba con seis años, era un niño regordete y lloron, poco se podia hacer para cambiar aquella situación.

Por otro lado cuando mi hermano cursaba la primaria (recordemos que Chris Dangerous es tres años menor que un servidor) tambien fue victima de un abusivo hijo de perra que lo tomo por la espalda para ahorcarlo justo delante de los ojos de mi Mama quien al notar aquello grito:

-¡Ayyyy chamaco pelado suelta a mi hijito!-


El muy cabron solto a Dangerous no sin antes decirle algo en el oido de manera muy agresiva (por aquellos años les estoy hablando de un chamaquito de unos 6 años tambien) los ojos de mi hermano se llenaron de lagrimas al momento en que seguia comiendo su helado de limon, recuerdo muy bien las palabras de mi Mama cuando estabamos en la casa, le dijo algo mas o menos asi:

-¡Mañana le partes la madre al cabron ese, si no yo te tundo a ti!-

Chris Dangerous quien por cierto acababa de entrar a la escuela de karate simplemente asintio, creo que aquella tarde andaba yo mas nervioso que el.

Pero este post habla de venganza y es esta precisamente la protagonista de la siguiente parte de este relato y bien, dice asi:

Marlon me dio en la madre por espacio de dos meses, tres veces por semana, de 4 a 5 de la tarde, aprovechaba su mayor estatura, su experiencia y el insoportable miedo que yo le tenia, afortunadamente por alguna razon que desconozco deserto de la escuela lo cual agradeci ampliamente, los años pasaron y como es normal di el estiron, deje de ser regordete y aprendi a defenderme, después de un muy largo camino de seis años y después de presentar un tortuoso examen de tres horas alcance la preciada cinta negra, fue entonces que Marlon volvio, a pesar de que era mayor en edad no crecio mas que yo, seguia siendo el mismo chamaquito flaco de aquellos años, con su aborrecible peinado lacio de niño Koreano y su insoportable seriedad, resulta que una tarde nos toco pelear el uno contra el otro y sucedió lo obvio… le parti la madre, en parte porque ahora yo era el mas experimentado, seis años de peleas tres veces por semana sirven de algo pienso yo, era mas fuerte, mas alto y tenia un mayor tonelaje, el pobre Marlon no aguntaba mis patadas y caia de espalda una y otra vez, descubri que soy de aquellos que disfrutan mucho la venganza lenta y fria, porque le hice cansadisimo el combate, deje que me pateara para demostrarle que ya no me hacia el menor daño, bloqueaba sus patadas con el brazo, el maestro Augusto prefirio terminar la pelea.

Hablando de Chris Dangerous la verdad es que siempre disfruto mucho de ir al karate porque siempre lo vio mas como un juego, tenia una famosa patada de frente que solia impactar en la boca del estomago de sus rivales asi que a la mañana siguiente mi hermano se presento en la primaria, según recuerdo la historia fue esta:

El abusivo entro al salon y reclamo por la presencia de mi hermano, Dangerous se levanto (ya me lo imagino, flaquillo flaquillo como siempre lo fue, con su cara de wey y preparandose para lo peor) el chamaco se acerco confiado en darle en la madre a mi hermano cuando este lo sorprendio con su famosa patada que como era de esperarse entro de lleno en la panzota de su rival que muy adolorido retrocedio varios metros atrás, acto seguido subio los puños para protegerse el rostro, supongo que esperaba algun ataque mas pero eso nunca sucedió, dos chiquillos mas los separaron y ahí termino aquel cuento.

Si hay algo en comun en estas dos historias ademas de la enseñanza del karate es que tanto mi hermano como yo siempre fuimos de una nobleza intachable, aquellos abusivos ofrecieron su amistad después de ser golpeados, como era de esperarse mi hermano y yo la aceptamos y ahí quedo todo el cuento.

Ahora recuerdo que en mi años de Karate solia ser acosado por un chamaquito hijo de puta que insistia en pelear conmigo, la colonia en la que vivia de niño era mas bien un poco peligrosa y este chiquillo de vecindad llegaba corriendo para decirme:

-¡Oye, oye cinta negra, Yo te gano a pelear! ¿como ves?-

Yo siempre le decía que si con una sonrisa y seguía mi camino, nunca se atrevió a empujarme o a llevar su bravata a niveles villanescos asi como tampoco decidi averiguar si lo que decia era cierto, en primera porque nunca fui un guerrero, nunca me gusto aquello de las madrizas y vivi lo que vivi simplemente porque debia hacerlo y en segunda porque siempre me considere mas bien como un amante.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

<< Home